
Conocí a Violeta Simonian un 20 de mayo de 2007 justo un año después de la muerte de su marido Simón. A los 5 minutos estaba llorando sobre la mesa de su casa de Luís Saenz Peña en el barrio de Constitución. - Ayer lloré todo el día, dijo. Pero voy a salir yo solita de esto, fueron 25 años de estar juntos, y aunque sé que solo su cuerpo se fue, lo extraño mucho.
Armenia, de 57 años. Artistas por donde se la sienta. Llegó hace 10 a Villa La Angostura con sus cuadros y la ropa puesta. – Debo ser la única persona en el mundo que cruzó toda la tierra sin nada encima. Leí en una enciclopedia: Argentina, ovejas, vacas. Supuse frío y me gustó.
Atrás quedó su hijo, también artista, becado en Bélgica, y el comunismo, las guerras civiles y la peor cara de la Unión Soviética. –Lo más lejos de mi país, para que nadie me pueda encontrar.
Rubia de rulos, con una boquita escasa y unos dientes cortitos que acompañan sus no más de 60 kilos y su metro 59. Saca de todo de su departamento: retratos profundos de personajes sentidos, cargados de años, al óleo que trasportan a amigos y a modelos vivos hacia el medioevo o al Renacentismo. Algunos cotizados 25 mil dólares, tirados por todos los rincones de la casita. Saca mamushkas increíbles, todas hechas por ella. Saca restos de los muñecos que elaboró para el parque temático Tierra Santa. Saca el peor café que tomé en mi vida. – Si venís a mi casa tenés que tomar todo lo que doy-, dijo. Fue en tasa con restos de un momento anterior, aguado y frío.
- No puedo salir, no puedo comer. Todas las noches viene un buen amigo a comer conmigo para obligarme a cenar. Me dice: la Argentina no se puede perder de una persona tan hermosa como vos.
Y eso que casi se pierde cuando nació su hijo en el año 75. –Estuve muerta clínicamente por 5 minutos. Vi todo desde arriba, vi mi cuerpo expulsando a mi hijo. Vi a los médicos y decidí volver. Yo y nadie más que yo: mi hijo no puede nacer sin madre. Volví.
N o así su madre, que se fue. Murió cuando ella tenía apenas 6 años.-Recién la perdoné cuando cumplí 40.
Tres gatos, dos perros, uno más alterado que el otro, y una casa en ruinas, con olores a orina y pinturas, superpoblada de arte, nacido de ella, una profesora de arte que estudió en la misma Ereván, capital de la República de Armenia.
- Me enamoré de tu vos. Y ahora que te veo creo que nos vamos a llevar bien. Yo te voy a enseñar a ser joven toda la vida, y vos se los vas a enseñar a tu mamá y a tu papá.Quedamos que me iba a transportar en un retrato al Renacentismo.
Quedamos de acuerdo que nuestras raíces nos unían. Quedamos una hora hablando y me fui.
Armenia, de 57 años. Artistas por donde se la sienta. Llegó hace 10 a Villa La Angostura con sus cuadros y la ropa puesta. – Debo ser la única persona en el mundo que cruzó toda la tierra sin nada encima. Leí en una enciclopedia: Argentina, ovejas, vacas. Supuse frío y me gustó.
Atrás quedó su hijo, también artista, becado en Bélgica, y el comunismo, las guerras civiles y la peor cara de la Unión Soviética. –Lo más lejos de mi país, para que nadie me pueda encontrar.
Rubia de rulos, con una boquita escasa y unos dientes cortitos que acompañan sus no más de 60 kilos y su metro 59. Saca de todo de su departamento: retratos profundos de personajes sentidos, cargados de años, al óleo que trasportan a amigos y a modelos vivos hacia el medioevo o al Renacentismo. Algunos cotizados 25 mil dólares, tirados por todos los rincones de la casita. Saca mamushkas increíbles, todas hechas por ella. Saca restos de los muñecos que elaboró para el parque temático Tierra Santa. Saca el peor café que tomé en mi vida. – Si venís a mi casa tenés que tomar todo lo que doy-, dijo. Fue en tasa con restos de un momento anterior, aguado y frío.
- No puedo salir, no puedo comer. Todas las noches viene un buen amigo a comer conmigo para obligarme a cenar. Me dice: la Argentina no se puede perder de una persona tan hermosa como vos.
Y eso que casi se pierde cuando nació su hijo en el año 75. –Estuve muerta clínicamente por 5 minutos. Vi todo desde arriba, vi mi cuerpo expulsando a mi hijo. Vi a los médicos y decidí volver. Yo y nadie más que yo: mi hijo no puede nacer sin madre. Volví.
N o así su madre, que se fue. Murió cuando ella tenía apenas 6 años.-Recién la perdoné cuando cumplí 40.
Tres gatos, dos perros, uno más alterado que el otro, y una casa en ruinas, con olores a orina y pinturas, superpoblada de arte, nacido de ella, una profesora de arte que estudió en la misma Ereván, capital de la República de Armenia.
- Me enamoré de tu vos. Y ahora que te veo creo que nos vamos a llevar bien. Yo te voy a enseñar a ser joven toda la vida, y vos se los vas a enseñar a tu mamá y a tu papá.Quedamos que me iba a transportar en un retrato al Renacentismo.
Quedamos de acuerdo que nuestras raíces nos unían. Quedamos una hora hablando y me fui.
1 comentario:
diego...nada mas decirte, que lei el artículo y me gusta tu forma de narrar...en serio..chau
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